miércoles, 2 de diciembre de 2009

¿Nos en-red-amos?

Nuestra conexión en y con los otros es constante, fluimos por las redes (Jeremy Rifkin)

Diversas son las maneras que utilizamos para comunicarnos, por ejemplo las actuales manifestaciones “piqueteras” constituyen una manera de comunicarse con las autoridades, de reclamarles algo que falta y generar luchas, aunque, muchas veces, sin posibilidades de tregua o solución. Mucho más sofisticada es la comunicación que se establece por medio de los blogs, wikis, fotologs, los cuales a través de enlaces y comentarios constituyen una vía y un medio de relacionamiento comunicacional. Scott Lash se pregunta: ¿cómo es el mundo que nos rodea? Y se responde haciendo especial referencia a los objetos como ser electrodomésticos, luces, gas, agua, que son los que hacen que nos encontremos en un mundo tecnológico que nos ofrece herramientas que en su mayoría constituyen tecnologías en red o redes comunicacionales. A partir de la década del 50 cobró fuerza la revolución científico-técnica y se conformó el sistema ciencia-tecnología-producción, vinculando estrechamente los avances en cada uno de los campos. Jeremy Rifkin considera que se aproxima la tercera revolución industrial y que la misma se basará en tecnologías y energías en red. La producción científica y tecnológica intensiva en los laboratorios(1) de las empresas es una de las características de la sociedad de nuestro tiempo. La información se ha convertido en insumo y factor principal en la reestructuración de los procesos productivos (Manuel Castells, 1995). Se trata de una nueva lógica de crecimiento y acumulación del capital.

La revolución inadvertida A primera vista, los cambios que el desarrollo científico y tecnológico ha traído consigo se presentan como ampliación y profundización del conocimiento, nuevas tecnologías, modos de hacer y artefactos. A esto se llama revolución científico-técnica, pero además se está produciendo una revolución en el saber que todavía pasa inadvertida con frecuencia. La revolución inadvertida –la revolución en el saber- se expresa en las ciencias y fuera de ellas, en la tecnología y en la vida cotidiana. Su contenido está constituido por la revolución en el hombre, los modos de concebir y producir el conocimiento y la ciencia misma. Incluye el cambio en nuestra concepción del sentido y alcance del conocimiento y su relación con los valores humanos; las relaciones entre ciencia y moral, subjetividad y objetividad en el saber. Uno de los cambios sustanciales que dicha revolución conlleva es la modificación del lugar del conocimiento en el sistema del saber humano, lo que conduce a la elaboración de un saber nuevo. (2) Entonces, con esta visión, la generación, el procesamiento y la transmisión de información se convierten en las principales fuentes de productividad y de poder. La ciencia y la tecnología forman parte de redes que enlazan otros agentes y entornos simbólicos, materiales, sociales, económicos, políticos y ambientales.

Inteligencias conectadas Tradicionalmente, la imagen de la ciencia y la tecnología estuvo dominada por los logros de intelectuales individuales. Actualmente, por el contrario, algunos de los trabajos científicos más impactantes son el resultado de la colaboración de grupos. (3). La siguiente secuencia resume este cambio. · Por siglos, los padres de la ciencia moderna se relacionaron mediante invisibles, es decir, formaron parte de una comunidad de investigadores cuyo intercambio de ideas representó la base de los avances científicos. Si bien los científicos basaban sus trabajos en otros y se comunicaban entre sí, finalmente publicaban solos. Muchas grandes ideas fueron atribuidas a unos pocos pensadores influyentes como Galileo, Newton, Darwin y Einstein. En consecuencia, la forma tradicional de hacer ciencia en la modernidad (hasta la Segunda Guerra Mundial) se describe como una serie de nodos aislados. · En la segunda mitad del siglo XX, la ciencia se volvió, más y más, un trabajo grupal. Un buen ejemplo de esto es la famosa pareja de biólogos Francis Crick y James Watson, quienes descubrieron la estructura del ADN. Ciertamente no fueron los únicos. Ellos mismos hicieron parejas con otros científicos configurando redes de conocimiento. Las publicaciones conjuntas documentaron estas colaboraciones dando luz a los colegios invisibles, reemplazando las conexiones ocultas con coautorías publicadas. · En la actualidad, si bien es raro que dominen la forma de hacer ciencia colaboraciones tan numerosas como la del consorcio internacional del Proyecto Genoma Humano. (4) (Artículo extraído de Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología-Tecnologías de la Información y la Comunicación en la Escuela: trazos, claves y oportunidades para su integración pedagógica-Página 25) La subordinación de los saberes orales y visuales sufren actualmente una erosión creciente e imprevista que se origina en los nuevos modos de producción de saberes y nuevas escrituras que emergen a través de las nuevas tecnicidades, y especialmente de la computadora e Internet. Vivimos en un mundo que tiene sus regulaciones, ante la posibilidad de invertir en cuestiones diferentes, obviamente, se elegirá invertir en aquello que proporcione más beneficios o sea más rentable. Lash entiende que vivimos en un “entorno tecnológico a distancia”, una distancia que va más allá de los sentidos y de la cual nos apropiamos mediante complejos mecanismos legales. En un tiempo acelerado y en espacios comprimidos, el futuro y lo virtual son claves. El futuro es una incertidumbre cada vez más marcada y las inversiones, por ahora, son la apuesta a un futuro caracterizado por prototipos, diferencias y propiedades. El verticalismo y el positivismo que supone que uno sabe y el otro aprende, están en crisis. Las jerarquías se desvanecen y ya no sabemos quién enseña a quién. Esta aceleración hace que todo cambie, mute a ritmos vertiginosos. Entonces, para que haya conocimiento, debemos comunicarnos con otros y fortalecer el conocimiento que “manejamos”. Vicente Verdú apuesta a un achatamiento dado por una hibridización de lo público con lo privado, de lo masculino con lo femenino y del trabajo con el juego. La excepción está dada por el código digital que funciona como instrumento de virtualización de la realidad, en la medida que aleja al ser humano de su aquí y ahora. Hoy la hipertextualización y su “navegación”, la construcción colectiva de textos superan a los procesos de lectura, interpretación y recreación propios del texto escrito tradicional, individual y apropiable por intereses particulares. Con el movimiento del software libre, liderado por Richard Stallman, aparece la figura del “hacker” (5) quien puede ser considerado actor de primera línea en la revolución tecnológica que ha supuesto no sólo la aparición de la Red sino también las innovaciones en el plano del software, los sistemas operativos y la propiedad intelectual. (6) La contrafigura del hacker es el “blogger” (7) cuyo conocimiento y acción es distribuida, reticular y celular. Cerrando el recorrido de ¿nos en-red-amos? resulta interesante reconocer que las nuevas formas de inteligencia, conformadas de manera telemática, constituidas en comunidades reticulares y respetuosas de las restricciones legales en lo referido a “propiedad”(8), multiplican y optimizan recursos cognitivos, favoreciendo la construcción colectiva de conocimiento.

Material Bibliográfico de Base: Módulo: TECNOLOGÍAS PARA EL TRABAJO COLABORATIVO Tema: Formas Tecnológicas de Vida Referencias: (1) Lugares donde se producen objetivos, ideas, prototipos, escenarios o ficciones que se cargan de propiedad, se convierten en ideas patentadas y fluyen para obtener ganancias. (2) Sotolongo Codina, P. y Delgado Díaz (2006) “El nuevo saber en construcción y las ciencias sociales”. La revolución contemporánea del saber y la complejidad social hacia las ciencias sociales de nuevo tipo, Buenos Aires, CLACSO Libros. (3) (Barabási, Alberti-László: “Network Theory-The emergence of the creative Enterprise”, Scientific American, Vol. 308). (4) (Cosiste en mapear todos los nucleótidos o pares de bases e identificar los 30.000 a 35.000 genes presentes en él. La gran cantidad de información que generaba y genera el PGH exigió el desarrollo de bases de datos electrónicas para poder almacenar y manejar de forma fácil y rápida toda esta información. The GDB Human Genome Databse: http://www.gdb.org/) (5) Persona altamente cualificada en cuanto a conocimientos informáticos, no individualista, y cuya principal motivación es el entusiasmo y la pasión que le produce crear, descubrir o desarrollar nuevas tecnologías. (6) Stallman (2001) (7) “Antiprofesional” o “antiespecialista” pero capaz de generar compromisos compartidos. (8) Ley de Patentes y Marcas.

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